¡Qué poco dura! Se me ha pasado el tiempo volando, incluso olvidé el reloj, el mundo que estaba a nuestro alrededor, sólo quería estar con él, disfrutar de esas horas que nos quedaban antes de irnos, de relajarlo después de un examen de matemáticas. Hacía tiempo (mucho) que no me sentía como hoy, o como me llevo sintiendo desde diciembre y todo es gracias a él. No sabía realmente que después de todo podía llegar alguien que anulase todos mis miedos. Ojalá a partir de ahora todos los viernes pudieran ser como hoy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario