Aprendí que los políticos mienten, que el Universo es infinito, y que nosotros somos diminutos, casi ni existimos.

23 noviembre, 2011

Con 16, a mi lado. ♥

Estimadas señoras/señores hoy tengo el propósito de demostrarle a mi mejor amiga, mediante unas locas palabras, lo mucho que la quiero y lo poco que haría sin ella.

Nunca creí en las medias naranjas, en el dicho de que en cualquier parte del mundo se encuentra una persona exactamente igual que tú. Debo rebobinar, mis pensamientos fueron fallidos porque ahora sí, ahora creo en las otras mitades. Me entristece enormemente no poder confiar en las personas pero por otro lado, ¿para qué confiar en alguien que no te da realmente confianza?
Cuando la conocí no se me pasó ni por la cabeza que íbamos a llegar hasta tal punto, creí que sería pues como alguien más que pasa por tu vida y al mismo tiempo se va. Ella se quedó. No necesitaba decirle cuando quería que estuviera a mi lado, siempre lo estaba. Me encantaba y me encanta derrochar alegría a su lado porque no hay nada más bonito en este loco mundo la sonrisa y la felicidad de alguien. Para mi su felicidad es hasta más valorable que la mía. No soporto verla llorar pero si lo hace, como lo hacemos todos, prefiero que lo haga conmigo, además, se que lo hará, como yo sólo lo hago con ella. Una amistad es eso no? Dar y recibir.
Nunca antes había conocido a alguien con tanta humildad y que fuese tan buena persona. Que antes de ver por sus intereses mira por lo que los demás y nunca hace algo que le pueda repercutir a alguien que quiera.
Yo lo único que pido, que ya es bastante, es que no quiero que nuestros caminos se separen nunca, que no cambies, porque para mi eres la mejor y que cuentes conmigo para cada problema y para cada ilusión, porque yo estaré ahí, cantándote el cumpleaños feliz en medio de una clase de matemáticas. 





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